Bueno antes que todo La canalización de una vía periférica es una técnica realizada por enfermería que sirve para obtener una vía por la que administrar sueros o medicaciónque necesite el paciente.
Para realizarla
- Primero debemos preparar el material. Necesitamos: compresor, catéter de varios tamaños, desinfectar la zona de punción, gasas, guantes, tapón de seguridad, suero fisiológico, jeringa de 5 ml y un apósito para fijarla.
- Una vez colocamos el compresor debemos localizar una buena vena: debemos verla bien y palparla. El tacto de una vena es esponjoso, podemos practicar esto en nuestro brazo.
- Aplicamos clorhexidina en la zona y nos ponemos los guantes.
- Estiramos la piel, esto es muy importante para que la vena no se nos mueva y podamos canalizarla bien.
- Pinchamos en un ángulo de 15 grados si es una vena superficial y en un ángulo de hasta 30 grados si es más profunda. Esto se acaba dominando con la práctica.
- Cuando nos refluya sangre, separamos la aguja del catéter y lo avanzamos a través de la vena. Si notamos un tope o dificultad para progresarlo debemos parar o romperemos la vena.
- Si la canalizamos bien, retiramos el compresor y apretamos la punta del catéter con los dedos para que no nos salga sangre.
- Colocamos el tapón e inyectamos suero fisiológico para ver si canalizamos bien la vía. Si estamos fuera de la vena notaremos que al inyectar el suero se hinchará el brazo. En ese caso tendremos que retirar el catéter, comprimir en la zona e intentar canalizar una nueva vía periférica.
- Una vez vemos que la vía funciona bien, la fijamos con un apósito y ya podremos administrar sueros o medicación.
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